Una de las propuestas más sorprendentes
presentadas durante la Semana del Diseño de Viena de 2009 fue una telaraña de
14 kilómetros y 30 kilos diseñada por el colectivo Numen/For Use como
instalación parasitaria que invade ubicaciones arbitrarias. El trabajo, hecho
con 270 rollos de cinta adhesiva transparente, es elástico y flexible, pero al
mismo tiempo tan sólido que puede soportar el peso de varias personas en su
interior. De hecho, más que como escultura está concebida como una forma de
arquitectura orgánica, una transformación que se produce en el momento en que
el público entra en la estructura.
Qué hermoso eso si que es arte
ResponderEliminar